La lengua presenta variantes en las diversas zonas donde se emplea.
Esas diferencias se llaman variantes regionales o dialectales(a veces nombradas diatópicas). En Latinoamérica se divisan varias formas que inciden en su infuencias con otras lenguas indígenas y también por las colonias que se asientan en su territorio.
En la zona amazónica influyen las lenguas de la región, sobre todo para designar flora, fauna y actividades.
En Bolivia existen modalidades y regionalismos del español hablado, especialmente en el departamento de Santa Cruz de la Sierra. Se trata en su origen de la extensión más norteña del antiguo y colonial dialecto del Cono Sur. Sus hablantes, los cambas o cruceños, presumen de parecerse físicamente más a los españoles.
Es un español marcado con modismos, influenciado con el habla andaluza, canaria y sobre todo la presencia negra.Abarca los territorios isleños de Cuba, la República Dominicana y Puerto Rico, así como también las áreas costeras y, por extensión, el interior de Venezuela, el norte de Colombia y la mayor parte de Panamá. Es también el que más se oye en las ciudades de Miami y Nueva York en Estados Unidos y el que emplea la mayoría de los cantantes de salsa.
El español hablado en Centroamérica, el Arahuaco y el Caribe; también es la variante del idioma español empleada en las repúblicas centroamericanas de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala junto con el estado sureño mexicano de Chiapas. Representa un estadio medio entre los dialectos de las tierras altas y bajas americanas. Incorpora vocablos como: bohío, yuca, sabana, guacamayo naguas o enaguas…
A lo largo de la Cordillera de los Andes desde el Ecuador hasta el trópico de Capricornio, tiene influencias del quechua, del aymará y de otras lenguas autóctonas hoy extintas. Algunas palabras siguen en uso, por ejemplo del quechua: alpaca, guano, vicuña o china.